Esdras 1, 1-6
El año primero del reinado de Ciro, rey de Persia, el Señor, para cumplir lo que había anunciado por boca del profeta Jeremías, movió a Ciro a proclamar de palabra y por escrito en todo su reino este decreto:
"Esto dice Ciro, rey de Persia: 'El Señor, Dios del cielo, me ha entregado todos los reinos de la tierra y me ha encargado edificarle un templo en Jerusalén de Judá. Los que pertenezcan al pueblo del Señor, que vayan a Jerusalén de Judá, para reconstruir el templo del Señor, Dios de Israel, que habita en Jerusalén. Y que Dios los acompañe. La gente del lugar proporcionará a todos los judíos sobrevivientes, dondequiera que residan, oro, plata, utensilios y ganado, además de las ofrendas que quieran hacer voluntariamente para el templo de Dios, que está en Jerusalén'".
Entonces se pusieron en marcha los jefes de familia de las tribus de Judá y Benjamín, los sacerdotes y los levitas, y todos los que se sintieron movidos por Dios para ir a reconstruir el templo del Señor en Jerusalén. Sus vecinos les proporcionaron toda clase de ayuda: oro, plata, utensilios, ganado y objetos preciosos, además de las ofrendas voluntarias.
Meditatio
Uno de los errores en los que se ha caído a lo largo de la historia es el pensar que Dios únicamente habla al "pueblo escogido", sean los judíos, o en nuestro caso, a los cristianos.
Uno de los aportes importantes del Concilio Vaticano II fue el reconocer que Dios se comunica de muchas maneras con todos los hombres, sin importar su credo. Al reconocer la existencia de un solo Dios, se afirma que este Dios es el mismo de las demás religiones, aunque ellos mismos no lo reconozcan o no lo acepten. Es importante aceptar a todos, sin dejar por ello de orar por aquellos que no han tenido la oportunidad de conocer con más profundidad la verdad de nuestro Dios, la cual ha sido revelada por su Hijo único, Jesucristo. Recordemos que estamos llamados a formar un solo pueblo y una sola familia. Seamos promotores del amor, aceptando incluso a aquellos que no piensan como nosotros.
Oratio
Padre bueno, que nos has llamado a tu amistad y al amor íntimo contigo por medio del misterio de tu Hijo Jesucristo, ayúdanos, con tu gracia, a ser dóciles a esa vocación, obedeciendo tus mandatos y escuchando la voz de tu Cristo, para que todos los hombres podamos gozar un día de la plenitud de vida que nos concedes por tu amado Hijo en el Espíritu Santo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Operatio
El día de hoy pediré en oración por mis amigos y familiares que profesan otra religión para que Dios les dé siempre el don de su amor.
El Evangelio de hoy
Lucas 8, 16-18
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "Nadie enciende una vela y la tapa con alguna vasija o la esconde debajo de la cama, sino que la pone en un candelero, para que los que entren puedan ver la luz. Porque nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público.
Fíjense, pues, si están entendiendo bien, porque al que tiene se le dará más; pero al que no tiene se le quitará aun aquello que cree tener".
Reflexión
Una de las acciones más importantes de nuestra actividad comercial es la publicidad. Las compañías gastan verdaderas fortunas para hacer que su producto sea conocido y para que conociéndolo, el público se sienta no sólo invitado a adquirirlo, sino persuadido de que lo necesita de manera indispensable. Esto es lógico, pues a través de nuestros sentidos es como conocemos y llegamos a desear lo que se nos ofrece. Este es el centro del Evangelio de hoy: que la vida cristiana sea conocida por todos para que se sientan persuadidos de que sólo en ella es posible la felicidad. Por ello, Jesús invita a todos sus seguidores a que esta vida, este estilo de pensar, de hablar, de vivir sea notorio a todos los que nos rodean. En otras palabras, nuestra vida, nuestra propia persona, es el mejor medio de publicidad para el Evangelio. Una buena publicidad atraerá a muchos a imitar y a desear vivir de acuerdo a lo que ven en nosotros; por el contrario, una mala publicidad o una publicidad negativa alejará a aquellos que están buscando un camino a la felicidad.
Permite que en tu vida se transparente Cristo; busca con todas tus fuerzas vivir de acuerdo al Evangelio. Recuerda que las palabras convencen, pero que el testimonio arrastra.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caropara rematar fallas en el equipo de Eruviel Ávila - Roberto Calleja Ortega lea mas... http://bit.mx/rco
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