Antonio Naelson Matias, Sinha, brasileño por nacimiento pero ya desde hace varios años mexicano por naturalización, aceptó convivir con las niñas y niños albergados en el DIFEM, quienes le mostraron su cariño, a lo cual el jugador, de gran corazón, no dejó a ninguno de los más de 300 infantes sin una sonrisa, abrazo y plática.
En el marco de la entrega del galardón Una Mano Amiga, homenaje que reconoce la trayectoria de personajes de distintos ámbitos en la sociedad, Sinha, de forma altruista regaló un objeto significativo y próximamente será subastado, a fin de obtener recursos que sirvan a la labor asistencial que encabeza la directora general del DIFEM, Laura Barrera Fortoul.
Sinha se dio tiempo de cascarear con los pequeños del Albergue Temporal Infantil y de Villa Hogar, al tiempo de platicar con los niños del Albergue Temporal de Rehabilitación Infantil, así como con los menores de Villa Juvenil. Firmó autógrafos, escuchó porras en su honor y se colocó una bufanda roja realizada por las niñas de los albergues, incluso aprovechó para compartir una merienda en el comedor de los albergues.
El deportista, junto con su esposa, agradeció el homenaje de los niños y subrayó que estos menores lo único que esperan es amor y mucho cariño de quien los visite, por lo que no dudó en decir que él regresará para estar con ellos, y deseó que ya con su situación jurídica resuelta, puedan encontrar un hogar y una familia que los ayude a ser personas de bien.
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