21 de enero de 2011
¿Hasta cuándo vamos a seguir mirando hacia otro lado?
Leemos en la prensa que Brasil vive estos días el peor desastre natural de su historia. Y se escriben cosas parecidas sobre Australia. ¿Desastres naturales?
¿Lo fue también la ola de calor sufrida este pasado verano por Rusia o por Estados Unidos? Nueva York registró la temperatura más alta de su historia. Rusia sufrió los peores incendios que se recuerdan.
¿Y qué decir de las inundaciones en Perú, Colombia, Venezuela, Portugal, Filipinas, México, Polonia, China, Corea del Norte, Pakistán…? Entre China y Corea hubo que evacuar 100000 personas. En Pakistán –donde se alcanzaron los 53.7ºC, la temperatura más alta jamás registrada en Asia- la crecida del Indo provocó más de 1600 muertos y 6 millones de desplazados. A ello hay que añadir otros fenómenos extremos: olas de frío, terribles heladas, numerosos tornados y huracanes, deslizamientos de tierras, etc. Todo ello acompañado de un deshielo acelerado de glaciares que pone en peligro el aprovisionamiento de agua en amplias zonas del planeta.
Durante 2010 se registraron más de 750 fenómenos meteorológicos extremos en el plantea, marcándose así un nuevo record de magnitud, frecuencia y alcance de estos fenómenos. De hecho, según los informes del PNUMA (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente) su número e intensidad no han hecho más que crecer estas últimas décadas. ¿Hasta cuándo vamos a aceptar que son fenómenos "naturales"… que los miles de muertos, los millones de personas sin hogar y las graves pérdidas económicas son fruto de un destino inevitable, provocado por las meras fuerzas de la naturaleza?
Sabemos que no es así: no son desastres naturales, sino catástrofes anunciadas, fruto conjunto de un cambio climático que se intensifica y de una pobreza extrema que obliga a vivir en zonas inapropiadas. ¿Hasta cuándo, pues, vamos a seguir mirando hacia otro lado? ¿Vamos a esperar a que los desastres nos afecten aún más directamente? ¿Vamos a seguir aceptando que primen miopes intereses particulares a corto plazo?
Es tiempo de reaccionar y de ayudar a reaccionar. De exigir colectivamente la adopción urgente de medidas. Contra el cambio climático. Contra la pobreza. Por el logro de los Objetivos del Milenio. Por un futuro sostenible.
Educadores por la sostenibilidad
Boletín Nº 59, 21 de enero de 2011
http://www.oei.es/decada/boletin059.php
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