"Era una tarde calurosa, pero no me importaron los intensos rayos del sol que quemaba hasta los huesos, yo me sentía afortunada pues ese día me estaba yendo muy bien, relata María Lozano Rodríguez, se escuchó un fuerte rugido, vi una gran ola de basura que avanzaba veloz hacia mí.
"Miedo, esa palabra se queda corta a lo que sentimos, se abría la tierra y ¡patitas pa´que las quiero! salí corriendo del basurero, ni tiempo nos dio de cargar con nuestras cosas, cuenta, después me lamenté, pus dejé todo lo que me iba a dar pa´ comer".
Al igual que doña Mary, 276 pepenadores vivieron la angustia de no saber qué hacer, a dónde ir, ahora qué sería de su familia pues de la basura comían, vestían y calzaban.
Por su parte, Angélica Islas Palacios, de 44 años, asegura que toda su vida la ha dedicado a la pepena y luego de ser incorporada al Programa Empleo Temporal (PET) –que el Gobierno Municipal gestionó para no dejar desamparados a los que viven de la basura y a través del cual les otorga una despensa semanal- dijo: "no me hallo aquí, y a nombre de mis compañeros te aseguro que todos queremos seguir pepenando".
Agregó que los escasos 610 pesos que gana semanalmente en el PET son insuficientes para mantener a su familia: "pago renta, luz, comida, útiles pa´la escuela, y la verdad ni me alcanza, antes mínimo estrenábamos ropa con lo que nos encontrábamos, pero ahora tenemos que buscar el doble, ya no entre la basura, ahora entre los changarros pa´ encontrar zapatos siquiera de 100 pesitos".
Con melancolía y cólera que refleja su rostro, doña Angélica reclama al gobierno estatal cumpla con la promesa que se les hizo de instalar un nuevo relleno sanitario: "dijieron que en 3 meses, luego que en 6 y ya pasó un año, hasta me dieron ganas de festejar, pero pus no tenemos porque hacer fiesta, si no han renovado nuestra fuente de empleo".
Por otro lado, María Ernestina González dijo sentirse bien con el empleo temporal, pero se suma a la exigencia de contar con un relleno sanitario para regresar a su trabajo: "estamos acostumbrados a vivir en ese ambiente y no nos da pena decirlo, alguien tiene que hacer ese trabajo, y lo hacemos a mucha honra, queremos regresar, hasta mis hijos y yo nos enfermábamos menos cuando estábamos allá entre la basura sacando dinero pa´la papa".
Luego de la explosión registrada el 15 de junio de 2010, los 276 pepenadores fueron incorporados al PET, distribuidos en diferentes brigadas, y han contribuido al mejoramiento de la imagen urbana del municipio, ya sea plantando árboles, pintando guarniciones y banquetas entre otras actividades, sin embargo, insisten en que se les haga justicia y se les instale el relleno sanitario en Chimalhuacán.
Cabe señalar que después de la explosión, las autoridades estatales se comprometieron a sanear el clausurado tiradero municipal Tlatel Xochitenco; pero esta medida no se ejecutó al igual que no se realizaron los estudios geológicos.
A esta falta de compromiso se suma, la demanda ante el gobierno federal de que otorgue 1 millón 650 mil pesos para que se realicen 96 acciones de mejoramiento a la vivienda en Tlatel Xochitenco, entre pies de casa, recamaras y rehabilitación en las casas, ya que la explosión afectó a 496 hogares.
"Jamás olvidaremos aquél día, en que la vida de cientos de personas fue afectada, exigimos el cumplimiento de los compromisos, de ser necesario nos manifestaremos pa´que la explosión de Tlatel Xochitenco no sólo sea un recuerdo en nuestra memoria", concluyó enérgica Angélica Islas.y para colmo Ineptitud en la campaña de Eruviel Ávila - Roberto Calleja Ortega lea mas... http://bit.mx/rco
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