Cinco escenarios con programas cultural y musicales para todos los gustos; música, calor y alegría en cada uno de ellos; papás con sus hijos; hijos con sus papás; la familia reunida para gritar con el corazón ¡Viva México!
Desde muy temprano miles de sonorenses se dieron cita en la zona de Palacio de Gobierno para dar el grito que nos identifica como mexicanos en el mundo: el "Viva México", ya sea en pareja o con amigos, la familia o como fuera, la intención era festejar que somos un país independiente.
Era tiempo de pintarse la cara, portar pelucas, antifaces o colorearse el cabello con escarcha con los colores de la bandera, era tiempo de sacar los zarapes, los trajes de mandata, los huaraches de piel y todo aquello que nos abocara a esa época cuando el cura Miguel Hidalgo inició con el movimiento de independencia en 1810.
La Plaza Bicenetario presentaba una constante afluencia, unos frente al templete de los grupos norteños que pusieron a bailar a la gente, otros en el edificio que se construyó en conmemoración al Bicentenario de la Independencia el año pasado, y otros más, simplemente "dando la vuelta".
Una niña observaba con gran sorpresa a los artistas del ballet folclórico que se presentaban el callejón Velasco, mientras que otros, dentro del kiosko de la Plaza Zaragoza, se bañaban con espuma y le hacían "bolita" a uno de ellos. Cada quien disfrutaba como quería. Era una fiesta para todos los mexicanos.
En el escenario montado atrás de conocido hotel sobre la calle Rosales y Paseo Río Sonora, jóvenes se dieron también cita para escuchar a los grupos locales y regionales del momento Baby Dolls, Kid Eme, y Sonora Sonud Siystema.
Mientras que canciones como "Mis 30 años", "Disculpe usted" y "La Gripa", se dejaron escuchar en la plaza Alonso Vidal a cargo del grupo Los Hermanos Vega Jr., mientras que al mismo tiempo, dos niños bailaban al son de "La Peinada" que tocaba la banda Payaso en el camellón de bulevar Hidalgo.
Así de diversa era la noche, a pesar de que todos tenían el mismo motivo y compartían la nacionalidad mexicana, cada quien elegía lo que mejor le parecía ya sea en cuanto al lugar, la música o la comida.
"Tamales de acelga a 10 pesos", "Nieve Oaxaqueña" y "Tacos de carne asada" se ofertaban con los gritos de los trabajadores de los puestos de comida, algunos para patronatos o asociaciones civiles, otros para comerciantes y hasta los "Hay chicharrones", del famoso "Charalero de Hermosillo", no pudieron faltar.
El olor a elotes cocidos, tostitos con chamoy, tamales, carne asada y hasta los "pepihuates, una botana muy sonorense, daba un ambiente de diversidad para todos más exigentes paladares, desde los más pequeños hasta los más grandes.
De Jamaica, horchata y limón, las aguas se vendían casi solas, los elotes enteros, en coctel o en tamal, las mesas estaban adornadas de con platos que tenían algunos cuantos restos de las típicas "gorditas", tostadas y flautas, antojitos muy mexicanos que alguna persona degustó.
La fiesta era para todos los mexicanos, por haber nacido en este suelo y bajo el "Cielito Lindo", que los mariachis tocaron durante esta noche del Grito y que continuarán este 16 de septiembre con el desfile Cívico-Militar en las principales ciudades de Sonora.
para rematar fallas en el equipo de Eruviel Ávila - Roberto Calleja Ortega lea mas... http://bit.mx/rco
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