Mas noticias en http://noti.mx ...Siempre es natural pensar en el objetivo de la vida, mientras tanto hay que echarle coco a esto 06 - Junio - 2011
Este 5 junio celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente. Más allá de los buenos
deseos, debe ser ocasión para reflexionar sobre las políticas y medidas prácticas para
lograr la sustentabilidad ambiental. Un punto fundamental, es encontrar el balance
adecuado entre estímulos y restricciones, asegurándonos de que no se contrapongan o
que produzcan efectos contrarios a los buscados.
Hace dos años, Coparmex se comprometió con la iniciativa de la ONU para la transición
de México hacia una economía verde, que entre sus propósitos, busca el crecimiento de
nuevos negocios con impactos positivos al medio ambiente. La visión es generar valor
social y económico, y preservar los derechos de las futuras generaciones.
Esta transición, que exige un uso sustentable de los recursos naturales, requiere del
trabajo conjunto de empresas, sociedad y gobierno. Este es el espíritu del Programa de
Cooperación Ambiental que tenemos con la Semarnat y Conagua, que engloba los
concursos que por cuarto año consecutivo estamos organizando con estas dependencias
en materia de reciclaje de residuos, y por segundo año en liderazgo ambiental para la
competitividad y en uso eficiente del agua en la industria.
La relación ha sido sumamente estrecha y productiva, receptiva a las posiciones e
iniciativas de ambas partes.
Lamentablemente, en esta ocasión, el Día Mundial del Medio Ambiente, se presenta con
dos decretos del Gobierno Federal, con los que estamos en desacuerdo.
Se trata de la aprobación, la semana pasada, del Reglamento en Materia de Prevención y
Control de la Contaminación de la Atmósfera, por parte de Cofemer y Semarnat, así como
del Reglamento para la Determinación y Pago de No Caducidad de Derechos de Aguas
Nacionales, por parte de Conagua.
Estos reglamentos contienen disposiciones u omisiones que generarán pérdida de
competitividad, impactos económicos y desmotivación para el sector empresarial, en
cuanto a la realización de inversiones que se estuviesen programando en materia de
sustentabilidad ambiental. Ambos tienen imprecisiones, falta de claridad e inclusive
incoherencia entre algunos apartados.
El reglamento relativo a la contaminación atmosférica, no parte de una evaluación
económica que sustente el beneficio buscado y, desde el punto de vista técnico y jurídico,
genera incertidumbre. Impone restricciones sin una metodología transparente, lo que se
presta a la discrecionalidad, y fomenta la inequidad.
Por ejemplo, sin una objetividad técnica y económica, se pretende instaurar un mercado
de emisiones, como en otros países, pero sin considerar la realidad y la política
energética imperante en México. Los costos de aplicación correrían absolutamente por
cuenta del sector privado, ante la falta de mejores criterios de calidad ambiental de los
combustibles y de la diversificación de los mismos. Y a esto, además, lo consideran un
incentivo.
Por otra parte, con la nueva regulación de la Garantía de No Caducidad de Derechos de
Aguas Nacionales, los concesionarios de su aprovechamiento, explotación o uso, quedan
sumamente desprotegidos y desalentados para hacer inversiones.
Con este reglamento, invertir en tecnologías y métodos para un uso eficiente y
sustentable del agua, no garantiza conservar la concesión, ni la pertinencia y rentabilidad
de las propias inversiones. Esto coarta los derechos y obligaciones estipulados en la Ley
de Aguas Nacionales.
Reconocemos el compromiso del Presidente de la República y de su Gobierno en materia
de sustentabilidad; por eso pedimos que se reconsideren, para que juntos, busquemos la
forma de subsanar las fallas de estos reglamentos y evitar sus efectos negativos.
Desalentar y obstruir las inversiones para reducir o eliminar la contaminación, cuidar los
recursos naturales y aprovecharlos de manera responsable y eficaz, implica frenar la
transición verde y el desarrollo sustentable. Al contrario, lo que se necesita es estimular
esa inversión generadora de empleo; consolidar una política integral y de vanguardia de
incentivos para el cambio tecnológico y la adecuada gestión empresarial.
En México, la legislación vigente al respecto, se queda corta ante este nuevo reto. Los
incentivos fiscales que tenemos para la prevención y control de la contaminación
ambiental en actividades industriales, no han sido suficientemente difundidos, no se ha
evaluado sistemáticamente su efectividad e impacto y conlleva una carga administrativa
adicional.
Con el liderazgo de nuestra Comisión de Sustentabilidad Ambiental, Coparmex ha hecho
una revisión a fondo del tema, para hacer una propuesta integral de estímulos fiscales en
materia ambiental. Su enfoque es la innovación tecnológica, así como la eliminación o
reducción de las emisiones desde la fuente y no por medio de instalaciones de control.
La propuesta, que estamos revisando con la Semarnat y el Congreso de la Unión para
buscar consensos, parte de cuatro ejes:
1. Reformas a la Ley del Impuesto sobre la Renta:
-- Aplicar deducciones del 10% a inversiones realizadas dentro del Programa de
Transporte Limpio de la Semarnat, diseño de empaques sustentables, menor consumo de
materias primas y eliminación de materiales tóxicos.
-- Deducir al 100% inversiones por reforestación o recuperación de mantos acuíferos y
crédito fiscal al pago de derechos por extracción de agua.
-- Esquemas de deducción de maquinaria y equipo para uso eficiente de energía, control y
mejoramiento medioambiental.
-- Estímulos para actividades de reciclaje, reprocesamiento de residuos sólidos, para
buscar un aprovechamiento racional de nuestros recursos.
2. Reforma al Código Fiscal de la Federación y a su Reglamento, para permitir la
Deducción Fiscal de Desperdicios Industriales.
3. Reforma a la Ley del Impuesto al Valor Agregado:
-- Que quienes adquieran desperdicios para industrialización, puedan retener y trasladar
el impuesto.
4. Indulto Fiscal:
-- Que la Secretaría de Hacienda se lo otorgue a las personas físicas y morales que
utilicen el esquema de comprobación de erogaciones en la compra de desperdicio de
primera mano a personas físicas
La inversión pública en incentivos como los que proponemos, tiene un costo-beneficio que
es viable tanto financiera como ambientalmente; a diferencia de subsidios como el de la
gasolina, que no es ecológicamente rentable y tan sólo este año costará
aproximadamente 170 mil millones de pesos.
En Coparmex, seguiremos impulsando la sustentabilidad ambiental empresarial. Por eso
hacemos esta propuesta, que nos beneficia a todos. Por ello, también, hacemos un
llamado a los empresarios de México a conocer y participar en el Programa de
Cooperación Ambiental que tenemos con la Semarnat y Conagua. Los invitamos a
inscribir sus proyectos en los concursos que están actualmente en una fase de
convocatoria.
El objetivo es exponer las mejores prácticas de gestión medioambiental, para que, a
través del ejemplo, sigamos mejorando la competitividad de las empresas.
México necesita más empresas verdes. Coparmex está comprometido con el desarrollo
sustentable y reitera la necesidad de mejorar nuestros instrumentos de política nacional.
Un saludo afectuoso.
y para colmo Ineptitud en la campaña de Eruviel Ávila - Roberto Calleja Ortega lea mas... http://bit.mx/rco
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