Al término del encuentro celebrado en un restaurante de Polanco, el dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) explicó que la reunión fue una operación para fortalecer su amistad.
"No ha habido ninguna herida para cicatrizar. Fue operación fortalecimiento de amistad, operación estrategia para fortalecer el partido. Esta plática que vieron es común", detalló.
Al término del encuentro al que también asistió el líder del sector popular priista, Emilio Gamboa, Moreira Valdés también negó que haya sido una pasarela de aspirantes a la Presidencia de la República; "fue una reunión de amigos en la que ninguno fue convocado".
Detalló que durante la reunión, que duro casi tres horas, planteó a los priistas las temas que ha venido debatiendo en la esfera pública como pobreza, desempleo, inseguridad y falta de oportunidades educativas.
Satisfecho por el encuentro, Moreira Valdés dijo que también fueron abordados temas de la agenda legislativa como las reformas laboral y política, así como las prioridades que enfrenta el partido.
"No hay ruptura, hay una relación de armonía, de trabajo. Ni malos entendidos ni asperezas; sirvió para revisar todos los temas que están en la mesa", enfatizó.
El presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) reconoció que en el encuentro el tema de las contiendas electorales del 3 de julio en los estados de Nayarit, Coahuila y México, así como la de noviembre en Michoacán, también fue razón de análisis.
Explicó que la presencia de Peña Nieto obedeció a la intención de escuchar sus propuestas e ideas sobre los temas que Moreira Valdés ha planteado en los temas educativo y de pobreza.
Sobre la posibilidad de realizar un periodo extraordinario en la Cámara de Diputados, el líder priista consideró que para ello se tendría que revisar los dictámenes para saber cuál sería la agenda y entonces valorarlo.
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